Editoriales

Si te violan es culpa tuya

Siempre que sale a la luz un caso de abuso o violación, en las redes sociales es habitual la lluvia de comentarios haciendo alusión al clásico “algo habrán hecho”.

No voy a ponerme a enumerar o citar frases del calibre de “con 16 años y sola, seguro se lo agarró y ahora se arrepiente” o “Darthés es buen mozo, no la puede violar”, solo basta con ver la caja de comentarios de cualquier noticia sobre el tema, y ahí tenemos un catálogo de escritos justificando el acceso carnal sin consentimiento a una menor de edad.

Uno de los primeros conceptos que aprendemos es que el ser humano no es perfecto, no somos ideales, podemos actuar mal de mil formas diferentes, pero tenemos el gran poder de reflexionar, de analizar lo que decimos y hacemos, como actuamos frente a una sociedad, ya que no podemos pretender que argentina o el mundo sea un lugar mejor gracias a un presidente mágico, que solucione todo con una varita, al país y al mundo lo hacemos nosotros, con nuestro grano de arena, y después nuestros representantes políticos serán un reflejo de cada ciudadano pensante, reflexivo y responsable de sus actos.

Los “algo habrán hecho” de las redes sociales -y de la sociedad misma de carne y hueso- son tanto hombres como mujeres. No se trata de genero, el “patriarcado” no es más que un conjunto de malas costumbres implantadas durante décadas en la sociedad, donde la víctima no es solamente la mujer, sino el propio hombre, aunque se presuma victimario.

Nadie tiene derecho a gritarle a una mujer, así esta se pasee desnuda por el medio de la calle con carteles de neón, y las mujeres tampoco pueden justificar ningún tipo de agravio, creyéndose puritanas, dignas de respeto por elegir la sotana ante la bikini.

Pienso que debemos tener respeto, analizar el hecho de que los seres humanos no actuamos instintivamente, es decir, estimulo-reacción, en el medio tenemos el poder de analizar lo que vamos a hacer o decir y las consecuencias.

No se trata de discutir y echarnos la culpa, todos podemos equivocarnos, lo importante es que reflexionemos, pensar sobre nuestro rol en la sociedad, asumir las consecuencias de nuestros actos, y saber que podemos cambiar la realidad.

Como dijo el querido Facundo Cabral “que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimenta a la vida”.

 

 

 

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