Desde este miércoles 1° de enero de 2025 rige en Argentina la “plena implementación de la receta electrónica“.
La resolución 5744/2024 tiene como objetivo sustituir los formatos tradicionales en papel por la mecánica digital
El Ministerio de Salud dispuso que “los repositorios de recetas electrónicas deben estar disponibles para todas las plataformas de prescripción y farmacias, las cuales solo podrán acceder a las recetas que el paciente requiera”.
Esos “repositorios” son instrumentos que validan las recetas electrónicas emitidas por los profesionales de salud y permiten que estén disponibles para su dispensa en farmacias.
“Estos sistemas almacenan dichas recetas garantizando la privacidad, integridad y confidencialidad de la información de los usuarios”, anunció el gobierno.
El Ejecutivo afirmó que la vía electrónica será la única modalidad vigente para la prescripción de medicamentos y no habrá prórrogas.
Protocolos y detalles técnicos
A través de su sitio web, el Ministerio de Salud permitirá que las plataformas puedan acceder a los repositorios abiertos y a sus respectivas interfaces de programación de aplicaciones para integrarse al ecosistema de salud digital y vincularse con las farmacias.
La Ley Nacional de Receta Electrónica apunta a garantizar una prescripción más segura. Su reglamentación entró en vigencia el 1° de julio y estableció un plazo de 180 días para la adhesión, registro y readecuación de las plataformas.
A partir del 1° de enero de 2025, esta será la única modalidad vigente para la prescripción de medicamentos en el país. Aquellas recetas emitidas en papel antes del 31 de diciembre de este año podrán ser utilizadas dentro del período de vigencia habitual.
El reemplazo de la receta de papel por la electrónica hace más eficiente la prescripción. La digitalización garantiza que quien prescribe es un profesional en ejercicio matriculado y habilitado. Facilita la trazabilidad del circuito de prescripción y entrega, simplificando las instancias administrativas y otorgando transparencia; brinda herramientas a los profesionales para tomar mejores decisiones de tratamiento; y evita los errores de interpretación de la letra manuscrita, según las fuentes oficiales.
Fuente Rosario3.com
