Sucedió en Cañada de Gómez. “Te voy a ca…r a tiros… ¿querés que te pase lo mismo que al periodista que te protege?”, habrían sido las palabras de un empleado rural a una vecina que denunció el uso ilegal de agrotóxicos.
La mujer relató al diario La imprenta y retrató con fotos y videos las condiciones de salud que presenta hoy en día tras ser bañada su propiedad con agroquímicos al momento que sus vecinos productores agropecuarios fumigan los campos a tan solo unos 14 metros. Los animales de la granja de Norma Cabrera; sufren también las aberrantes consecuencias de la fumigación irregular.
Norma (44 años) es una vecina de Cañada de Gómez; su familia está integrada además por su marido, sus hijos y su nieto de tan sólo un año de edad quienes habitan la vivienda ubicada al norte de la ciudad, sobre calle La Plata al 1700. Todos ellos conviven con uno de los flagelos más cruentos que puede soportar una persona en su vida: la fumigación de campos vecinos a escasos metros de su hogar.
El rostro de Norma Cabrera hinchado.
El medio La imprenta viene publicando en ediciones anteriores varias de las denuncias de Cabrera, las cuales muchas fueron expuestas ante la justicia y agrupaciones sociales vinculadas a los DDHH. Esto despertó el interés de varios sectores políticos, funcionarios y los propios productores agropecuarios muchos de los cuales reaccionaron ante la problemática que desató debate y marcó agenda en algunos medios y hasta en el propio recinto del Concejo Deliberante; sin dejar de mencionar que el Departamento Ejecutivo también actuó tras intensificarse estas demandas.
Se me murieron las gallinas, las chanchas mal parían, se intoxicaban. Las ovejas largan los fetos espontáneamente y quedan todas arruinadas. Eso lo tengo documentado con fotos y videos, para exponer lo que me pasa. Y ahora yo tengo que buscar y mostrar las pruebas de esas fumigaciones y todo el daño que nos provoca.
“Quiero decirle a la señora intendenta Stella Clerici y a la señora Carina Mozzoni; al señor Tocalli y al señor Marcelo Casalegno que ellos estaban enterados de todo estaba pasando; Carina ha venido acá a mi casa y todo… y nunca tuve respuesta de ellos. Lo que he pasado en estas semanas y meses atrás fue muy fuerte para mi salud y me lo tuve que bancar sola; el dolor que siento en mis piernas no se imaginan; todo el daño psicológico y moral que me hicieron hacia mi familia no tiene precio, pero espero que la intendenta me dé una respuesta, porque ella como máxima autoridad de Cañada de Gómez tiene que dar explicaciones sobre estas fumigaciones que nos están matando, y más aún que están los ingenieros, y no hacen nada. Y le pediría a la intendenta que ella misma me explique quien le da la orden a Mosca para que fumigue a 14 metros de mi casa con viento norte, porque según Mosca, le paga muy bien a la intendenta; porque así me lo gritó el hijo”, relató Norma, al medio La imprenta.
Cartel colocado en la vivienda de Norma Cabrera.
Cuando puse el cartel, al otro día, yo estaba dando de comer a las pocas gallinas que me quedan vivas y escucho que viene por el camino una chata a una velocidad que ya reconozco, del dueño del campo aledaño, la conducía uno de sus empleados, cuando llega a mi casa, baja la velocidad, baja la ventanilla y me dijo: “negra de mierda, sacá ese cartel porque te voy a cagar a tiros…” y me siguió diciendo: “…¿o querés que te pase como al periodista ese que te mima, cuida, que te protege…?”; ese sería Emanueldel de La imprenta. . Entonces mi abogado me dijo que haga la denuncia, y así lo hice.
Fuente: https://emanuelsoverchia.blogspot.com