Se reiteró esta intentona que busca que a través de aves criadas desde pichonas, ponerles elementos en sus patas, aprovechando la “domesticación”. Sin embargo, el peso que a veces tiene lo que le adhieren, hace fracasar los intentos de “contrabando”.
Cerca de las 17 horas de este lunes, personal del Comando Radioeléctrico y de la Brigada Motorizada de la Unidad Regional XV con asiento en la ciudad de Coronda, departamento San Jerónimo, fueron alertados de la presencia de una paloma que no podía volar, en jurisdicción de un comercio cercano a la cárcel.
La policía dialogó con una empleada y con la dueña para pedir autorización para atraparla, ya que en un primer momento no pudo ser agarrada y se fue hasta un patio y techos lindantes internos.
Una vez subidos a ese techo, los agentes consiguieron agarrar al ave, y dentro del envoltorio que se le había atado a sus patas, había un teléfono celular, color negro, marca Pro, sin la batería y además en su interior una resistencia y un chip.
Debido a lo que fue hallado, está claro que la intención de quienes armaron eso era enviar el animal hacia la cárcel, pero al ser tan pesado lo que le habían puesto, no pudo remontar vuelo y además se asustó. Debido a este descubrimiento, se labró un acta y se iniciaba una investigación.
Dos hechos más
En el último tiempo hubo hechos similares, por ejemplo el 23 de abril de este año y el 8 de noviembre de 2023 -se presupone que familiares de presos también- habían intentado enviar elementos intra muros. En el último de los casos habían sido 60 gramos de marihuana y el año pasado había sido lo mismo que este lunes: un teléfono y una resistencia aunque no se pudo descubrir al o los autores.
Cuentan desde la cárcel de Coronda que es común la crianza de palomas desde pichonas para de algún modo domesticarlas y luego hacerlas volver al mismo lugar. El objetivo es entonces adherirles cosas para entrarlas ilegalmente, pero a mayor peso, menor es la posibilidad de concretar lo planificado.
Fuente ellitoral.com