Las autoridades porteñas temen la propagación de la enfermedad entre los sectores más vulnerables de la población.
La Villa 31, uno de los asentamientos más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires, confirmó el primer caso de coronavirus entre sus habitantes y puso en alerta a las autoridades, que temen la propagación de la enfermedad entre los sectores más vulnerables de la población.
Una mujer que reside en ese barrio dio positivo al Covid-19 y se encuentra hospitalizada.
“No tuvo contacto directo con ningún infectado”, explicó el secretario de integración urbana, Diego Fernández. “Asumimos el mismo protocolo que se hace en el resto de la ciudad: preguntar cuáles fueron sus contactos en los últimos días para entender cuál puede ser el riesgo de expansión”.
Se estima que unas 40.000 personas habitan la Villa 31, ubicada frente a uno de los barrios porteños más exclusivos. Desde de un principio las autoridades pusieron especial atención en las villas por su hacinamiento.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) expresó sus esperanzas de que las medidas implementadas en Latinoamérica para contener la pandemia puedan aplanar la curva, pero advirtió que no se conoce con exactitud cuál es la situación en la región.
En conferencia de prensa virtual, la directora del organismo, Clarissa Etienne, instó a los países a acelerar y expandir la realización de pruebas. Dijo que los tests son una herramienta poderosa para que los gobiernos puedan contener la pandemia, pero admitió las dificultades que han enfrentado para acelerar el proceso y tener acceso a esas pruebas.
En América Latina hay al menos 99.000 personas infectadas y más de 4.800 muertos.
El coronavirus ha infectado a más de 2,5 millones de personas y causado la muerte a más de 175.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.
