FABIÁN TOMASI: “CUANDO YA NO ESTÉ, QUIERO QUE DEFIENDAN LA VERDAD”
“Nosotros no tenemos tiempo ya. Nos dejamos embaucar con toda la mentira de los agrotóxicos que es un negocio, nos vendieron espejitos de colores y los compramos. Los jóvenes que se van a recibir de médicos son los que deber tomar las riendas porque el futuro es de ellos. Nosotros somos la sombra del éxito, somos la parte oscura de un negocio que mantiene el país.
Nadie nos escucha a los afectados. Mi mayor temor es la gente que muere y no sabe de qué muere. A mí me tienen que bañar. No es fácil y no es digno. Yo lo que busco es que las personas que me acompañan aprendan qué es la verdad para que cuando yo no esté puedan defenderla. La verdad es muy difícil de defender porque es eso que te deja solo; no hay dos verdades, hay una sola y hay que defenderla. Es muy injusto ser ignorado, en mi ciudad soy el boludo que se intoxicó por haber trabajado con agroquímicos. No va nadie a casa, estamos mi mamá y mi hija, me ayudan a bañarme, no estoy acostumbrado, no estaba preparado para esto, no tengo futuro, me lo robaron”.
Fabián Tomasi acaba de morir. Tenía una polineuropatía tóxica severa por trabajar con agroquímicos. Mientras tanto, las empresas que los fabrican, los medios de comunicación que los defienden, y los ministros (ahora secretarios) que los permiten, insisten con llamarlos fitosanitarios, como si no mataran, como si la vida de Fabián y de miles de personas no valiesen nada.
PH: “El costo humano de los agrotóxicos”- Pablo Ernesto Piovano
