Debido a los graves cambios económicos y la gran inflación de los últimos meses, el consumidor parejense comenzó a dejar de lado determinados hábitos y no busca las mejores marcas en las góndolas.
Desde Social Day realizamos un relevamiento en diversos comercios de nuestra ciudad, y todos coinciden en un punto: las ventas bajaron considerablemente.
Los ciudadanos compran lo justo y necesario, y dentro de eso, lo más barato. Si vamos a cualquier supermercado y prestamos atención, veremos como muchos clientes miran el precio, y la marca se convirtió en una anécdota.
Todos podemos coincidir que determinadas empresas tienen productos mas ricos, sanos, abundantes, entre otras características que destacan y hacen que sean nuestros favoritos, pero muchas veces esas cualidades guardan una relación directa con su precio, y hoy en día ese es el factor fundamental.
Si hablamos de los hábitos a los cuales solemos llamar “darnos un gusto”, los consultados nos dijeron que podían afrontarlos en menor medida, o directamente se transformaron en ambiciones futuras. Esa es otra característica del ciudadano argentino medio, poder adaptarnos a las realidades que nos presenta una país que siempre camina en la cuerda floja, en un mar de inestabilidad.
Una familia integrada por una pareja mayor de 30 años y dos niños de 6 y 8 años necesitó en septiembre $ 22.558,17 para adquirir los bienes y servicios que integran la canasta básica total (CBT), lo que implicó un alza de 8,09{ca0b77aa3383587d2beebc81e79a97152585c6d1c87896656f76af2e3a973266} frente al mes anterior y no caer así por debajo de la línea de la pobreza, informó el Indec.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos informó además que ese mismo grupo familiar requirió de $ 9.059,51 para adquirir la cantidad mínima de comida que integra la Canasta Básica Alimentaria (CBA), un 8,5{ca0b77aa3383587d2beebc81e79a97152585c6d1c87896656f76af2e3a973266} más que en agosto, y así superar la línea de la indigencia.