El senador provincial Guillermo Cornaglia entregó el reconocimiento junto a una placa de mármol conmemorativa en la cena aniversario que realizó la institución el sábado pasado.
La Cámara de Senadores de Santa Fe aprobó el pedido de Guillermo Cornaglia para que se declare de Interés la celebración de los setenta y cinco años del Club Atlético Almafuerte de Las Rosas. “Está claro que esta institución pretende seguir siendo un club deportivo, apasionado y comprometido, que inculca valores a la sociedad y es reconocido en la región por su constante crecimiento y búsqueda de la excelencia deportiva”, manifestó el legislador por el departamento Belgrano.
Breve historia.
Corría el año 1947, el joven otoño deshojaba su languidez sobre las adormiladas aceras rosenses y cubría de dorados copos las calles de tierra de nuestro pueblo. En uno de esos baldíos de barrio, “el campito” ubicado en la intersección de las calles San Martín y Chacabuco, solía reunirse un grupo de muchachos, capitaneados por el recordado “Beto” Moyano, otro gran futbolista integrante de viejas escuadras de la zona, ya retirado de la actividad oficial, pero no así del gustar permanente de la gambeta y del sudoroso trajín de un picado.
Todas las tardes se perdían en esos interminables encuentros de futbol que podían durar hasta que el velo de la noche dejara caer su fresco rocío.
Así, día tras día, el Viejo Beto, el Gringo Alberti, el cabezón Bertero, el negro Mieres, el viejo Racca, Domingo Magaz, Julito Gimenez, Nelson Racca, Armando Pontini y tantos otros que transcurrieron sus “vicios futboleros” por el campito de la esquina, fueron elaborando la simiente prodiga que daría un fruto altamente querido: la divisa celeste con cuello y puños blancos, y un nombre que fue como una premonición… Almafuerte.
Así se echaron las bases de una institución plasmada con fuerza y amplitud de miras.
Con estas palabras volcadas al papel, José Tolosa, periodista de alma ya desaparecido, veía la fundación del Club Atlético Almafuerte.