La joven atleta rusa, Irina Rybnikova, falleció electrocutada el pasado sábado en la bañera de su casa después de que su celular, que estaba cargando en un enchufe cercano, cayera al agua.
Fue la familia de la joven, ausente en el momento del accidente, quien encontró su cuerpo sin vida en su vivienda en la localidad de Bratsk, Rusia.
Rybnikova, de 15 años y campeona nacional de lucha, falleció en el acto. Asimismo, medios rusos apuntan que la joven atleta estaba hablando por teléfono y que el dispositivo se resbaló de sus manos.
La joven practicaba pancracio, una modalidad de lucha libre, inspirada en las artes marciales de la Antigua Grecia, en la que pueden usarse todas las partes del cuerpo. Rybnikova se había convertido en la campeona nacional hacía tan solo dos meses y había sido elegida para formar parte de la selección rusa. ”Soñaba con convertirse en campeona del mundo”, expresaba uno de sus amigos en redes sociales.
Las autoridades rusas han advertido de los peligros de cargar dispositivos electrónicos cerca del agua, ya que se trata del cuarto accidente de estas características que se produce en el país. En febrero de este mismo año, una mujer de 42 falleció mientras se hacía un selfie en la bañera. A ellas, se suma el joven de 17 que sufrió una descarga eléctrica cuando su iPad cayó a la bañera y la joven de 12 años que sufrió un accidente prácticamente idéntico al de Rybnikova.
En todos los casos, los dispositivos electrónicos estaban conectados a la corriente. El director del departamento de radioelectrónica de la Universidad de Irkutsk, Yury Agrafonov, ha expuesto la causa de los accidentes. “El agua es buen conductor de la corriente, por eso se produce un cortocircuito cuando el teléfono cae al agua. Si el teléfono no hubiese estado conectado a 220 voltios, esta tragedia no habría ocurrido“, declaraba para el medio Gazeta.ru.