Por Oscar A. Martínez, Abogado. Diputado provincial Frente Renovador.
Con humildad creo, que si algo quedó claro en las elecciones del pasado domingo es que el gobierno provincial necesita urgentemente un golpe de timón, una revisión de su hoja de ruta. El camino a transitar es el diálogo y búsqueda de consensos hacia afuera -con las demás fuerzas políticas- y hacia adentro del propio peronismo que lo condujo al triunfo en 2019.
Es momento de reflexionar, repensar las estrategias que llevó adelante, y por qué no, reconocer los errores que nos colocaron en esta situación. Reconocer errores no es claudicar, no es cobardía, es precisamente todo lo contrario. Reconocer errores es sinónimo de inteligencia y también de empatía. Cambiar el rumbo por el bien de todos los santafesinos y santafesinas, de la política en general y del propio gobierno al que le quedan dos arduos años por delante.
La provincia necesita un plan consensuado por lo menos de aquí a cinco años para reparar las desigualdades económicas, sociales y territoriales que padece, para darle un golpe mortal a la inseguridad atroz que sufre, para poder reconstruir un proyecto de crecimiento y progreso, con producción y empleo genuino.
El gobierno provincial no puede dejar de escuchar la voz que las santafesinas y los santafesinos expresaron en las urnas. Casi siete de cada diez votantes no acompañaron la lista impulsada por él. Cada uno puede señalar al otro espacio sobre la responsabilidades de la situación actual, pero no puedo dejar de mencionar que hay una coincidencia entre todos los sectores, y esa coincidencia es que ya no hay lugar para imponer visiones hegemónicas que a la Argentina en general y al justicialismo en particular le han hecho tanto daño.
Es hora de llamar a todos los sectores del justicialismo para se hagan cargo de reencausar la gestión provincial, así como se los llamó en 2019 para apoyar a quien es hoy Gobernador, y convocar además a todos los sectores, para consensuar los ejes centrales de las políticas públicas qué hay que llevar adelante en el próximo quinquenio. Un diálogo con agenda abierta, que incluya temas centrales para el futuro de la provincia.
Es hora también de repensar la relación del poder Ejecutivo con los demás poderes del Estado y con la sociedad, fundamental para cualquier gobierno. Desde el comienzo de la gestión el diálogo es la materia pendiente. ¿Quién gana sin él? Nadie. Quienes fuimos elegidos por el voto popular debemos saber que las ciudadanas y ciudadanos santafesinos esperan que transitemos este camino para consensuar políticas publicas que le mejoren la vida.
La generación de empleo genuino, la educación, el desarrollo científico tecnológico, el medioambiente, la conectividad, la discusión de un federalismo genuino, y un sistema de salud que incluya a aquellos que pusieron el cuero en la pandemia para mejorar la atención primaria de nuestra población, son todos temas indispensables para el crecimiento de la provincia. Y hay otros igual de importantes y muy urgentes como la transformación de planes de empleo en trabajo, entender el trabajo como el gran ordenador de nuestra sociedad. Y qué decir de la seguridad, creo que necesitamos una amplia convocatoria para constituir un Consejo con todos los poderes del Estado y con las víctimas de delitos y sus familias, para dejar claro que en esta provincia ponemos en el centro de la escena la necesidad de vivir seguros y en paz. Las promesas de paz y orden que hicieron que muchos santafesinos y santafesinas nos eligieran.
El justicialismo necesita -y debe- volver a ser un espacio político amplio que convoque a todos los sectores y busque consensos. ¿Quién puede mantenerse aislado en posiciones hegemónicas, cuando la realidad de las urnas fue tan contundente? Seguir transitando ese camino significaría ir hacia la derrota inexorable del proyecto que hace menos de dos años entusiasmó a las santafesinas y santafesinos y que fue el proyecto del Frente de Todos en la provincia. Frente de Todos, esa fue la clave, todos detrás de los mismos sueños, todos juntos aportando nuestro granito de arena para construir, avanzar y gobernar para todos, sin creernos ser los dueños del arenero. La unidad en la diversidad, tan simple como eso.
Personalmente le he pedido al Presidente del Partido Justicialista de la provincia, Ricardo Olivera, que convoque a un diálogo abierto y sincero que nos permita corregir el rumbo que hoy nos pone en esta situación. Porque aunque parezca una frase hecha lo cierto es que las urnas hablaron, nos hablaron. Cuando el peronismo provincial transitaba un camino de diálogo, y cada uno aportaba, generó grandes esperanzas y expectativas.
“Juntos”, “Despertar al Gigante”, no deben ser solo eslóganes de campaña vacíos de contenido. Eso prometimos, eso tenemos que cumplir, honrando a quienes hace tan solo 28 meses nos eligieron para conducir los destinos de esta provincia que anhela seguir siendo “la Invencible”.
*Abogado. Diputado provincial Frente Renovador-PJ