Daniel trabajó durante tres años en la Escuela de la Familia Agrícola “Colonias Unidas” Nº 8248 de Totoras y este miércoles se enteró que fue despedido del establecimiento educativo. Asegura que se trata de una persecución ideológica.
Es que el docente es un activo militante dentro del grupo de Vecinos Autoconvocados por la Vida de Totoras, organización horizontal que lucha contra la fumigación con agrotóxicos y que logró un histórico veredicto de la Justicia a través de un recurso de amparo.
“Los propietarios de las tierras de la escuela son productores sojeros y existe en Totoras un lobby local entre productores, AFA e INTA que se constituyen como grupo fuerte que presionan para que no salga adelante la ordenanza que limita las fumigaciones”, afirmó en diálogo con el portal regional Info Más.
Daniel aseguró que no recibió explicaciones ni razones por su despido y ahora tomará intervención el gremio SADOP, que representa a los docentes privados.
“Por mi rol supongo que deciden desplazarme. sufro persecución ideológica y las actividades que propongo no tienen apoyo de los directivos ni de mis compañeros docentes que también son amedrentados”, expresó.
Por su parte, desde el grupo de Vecinos Autoconvocados por la Vida de Totoras repudiaron esta situación y se solidarizaron.
“Sospechamos que este accionar podría tener relación con la lucha que este compañero lleva adelante dentro de la agrupación y en su labor en dicho establecimiento, promoviendo prácticas alternativas que cuestionan el uso de agro-tóxicos en las producciones agrícolas”, indicaron en un comunicado.