Política

Freddy Simone, nuevo presidente de los contratistas, reclamó: “Hay que empezar a hablar del valor de la tierra agrícola, que se lleva una parte importantísima de los costos”

Luis “Freddy” Simone es el nuevo presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma), en reemplazo del histórico fundador de esa entidad, Jorge Scoppa. Pocos hablan de ese sector estratégico para el agro, aunque es determinante para que la Argentina obtenga una producción de granos que le permite, aunque cada vez menos, atravesar las peores tormentas de su economía.

Freddy calcula que hay 35 mil empresas contratistas en toda la geografía, que son las que siembran, pulverizan y levantan la cosecha sobre al menos 60/70% de la superficie sembrada, que es además el porcentaje que se estima son campos alquilados. Él mismo arrancó manejando una cosechadora a los 12 años y hace miles de kilómetros cada campaña, prestando sus servicios con su maquinaria.

El dirigente de los contratistas rurales, que finalmente concentran buena parte de la mano de obra que permite obtener esa cosecha, fue entrevistado en Colonia Agropecuaria, por AM550, y no solo reclamó mayor atención de las autoridades sobre las necesidades actuales de este sector, sino que anticipó que quieren formar parte de instituciones como la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), donde las cuatro entidades de la Mesa de Enlace y la CAME son las que negocian con la Uatre las escalas salariales de la gente que trabaja en el campo, incluso los tractoristas y maquinistas.

-¿A veces no se sienten fuera de la agenda agropecuaria?

-Somos una parte fundamental para que el sector siga contribuyendo al Estado, pero a veces somos un poco menospreciados a la hora de tomar algunas medidas, a la hora de invitaciones del Estado, de los gobiernos hacia las entidades. Ciertos gobiernos lo han dejado un poco de lado al contratista, y bueno, nosotros tratamos de visualizarnos, de estar presentes, que sepan que estamos y estamos predispuestos a participar. De hecho, estoy pidiendo que nos dejen estar presentes el 25 de mayo en Córdoba, como contratistas, para participar de algo tan importante como lo que se va a poder llegar a hablar en Córdoba. Lo estoy pidiendo, lo hago público. Algunos amigos de Secretaría de Agricultura ya lo saben, y yo soy de pedir, porque acá el que no llora no mama. Entonces hay que hacerlo.

-Me parece muy bien, porque el 70% de los granos que llegan a los puertos han pasado por sus manos. Los contratistas reúnen una fuerza laboral importantísima y cualquier país los cuidaría un poco más y les prestaría atención.

-Es muy importante. Cuando se habla del trabajador del campo, del peón general o del tractorista y el maquinista, tanto en las obras sociales como en la Mesa de Trabajo Agrario, donde también estamos pidiendo una silla en la Mesa como para opinar, porque somos los que más ocupamos gente en el campo.

-¿Piden integrarse entonces a la discusión salaria en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario?

-Necesitamos estar en la discusión salarial porque nuestros empleados se merecen estar en mejor situación, con mejores sueldos, más bancarizados y que tengan una mejor tarjeta de crédito, que tengan una mejor jubilación el día de mañana y todo eso. Lamentablemente a veces cuando se perpetúan ciertas personas dentro de una oficina, de una secretaría, y siguen hablando de lo mismo. No ven que el sector necesita del empleado del contratista, que gana muy bien, gracias a Dios. Pero no se puede transmitir en ciertos lugares que ese empleado, que son casi nuestros compañeros de trabajo, no pueden ser identificados bien y no pueden estar bien bancarizados ni jubilarse bien. Por eso pedimos una silla en la mesa de trabajo agrario. Me parece totalmente pertinente.

-Los números están todos dados vuelta. Después de la devaluación, la baja de precios agrícolas, la suba de costos, los productores dicen son momentos difíciles para hacer agricultura. ¿Qué les pasa a ustedes, contratistas, en todos estos meses?

-Un poco todo eso nos pasa a nosotros, no somos ajenos a la situación de la economía argentina, por supuesto, ni más ni menos, estamos totalmente expuestos a todas las irregularidades que hay, y te imaginas que estamos hoy en un panorama muy feo, con los cereales muy bajos de precios, nuestras maquinarias muy caras en dólares. Pensábamos que en algún momento iban a bajar, pero no bajó nada la maquinaria. Cuando se hace una tarifa de una labor o de una cosecha, se hace en base a precios de una maquinaria para poder aplicar amortizaciones y todo lo que se debe en esa planilla de trabajo. Cuando tenemos todavía la maquinaria tan cara en dólares en la Argentina, casi el doble de lo que vale en otro país limítrofe una cosechadora, un tractor, estamos hablando de cifras ideales que se trasladan al precio de la labor.

-¿Pero se trasladan esos costos de amortización? ¿Los pueden trasladar?

-La trasladamos institucionalmente, a las planillas de referencia. Después, lamentablemente no la podemos llegar a cobrar o la cobramos en un porcentaje menor. Hay una situación, una realidad en el país, donde tampoco el productor, con el precio que tiene hoy tanto la soja como el maíz, está atravesando una situación bastante crítica a la hora de hacer un número. Yo creo que tenemos que barajar y dar de vuelta.

-¿Qué quiere decir?

-Creo que hoy hay que empezar a hablar del valor que tiene la tierra para alquilarla, que se lleva una porción importantísima a la hora de sacar costos. Y bueno, es muy difícil torcer ese brazo.

-Se habla solo de retenciones, porque mordisquean, es cierto, una buena parte, del negocio, pero está el alquiler del campo, y un montón de costos adicionales sobre el sector agrícola que quizás le quitan rentabilidad a los que finalmente trabajan y producen.

-Totalmente. Por supuesto, estoy totalmente de acuerdo que hay que sacar las retenciones para que esto empiece a funcionar mejor, tenga mejor rentabilidad nuestro dador de trabajo, el productor. Pero a la vez tenemos que empezar a hablar del valor que tiene la tierra hoy en la Argentina, el costo que tiene para alquilarla. Nadie lo quiere hablar, están todos calladitos porque saben que podemos tocar susceptibilidades que no les gusta a nadie. Tocar el bolsillo de la patronal, hablemos medio en criollo. A veces eso no les gusta. Pero estas cosas hay que hablarlas algún día. Es un despropósito alquilar tierras a veces en la Argentina con el valor que tienen, porque después no le da el número al productor, al tipo que invierte, a las personas que compramos maquinaria, nada.

-Siempre se corta el hilo por lo más delgado. Que ustedes no puedan trasladar la amortización de los equipos que utilizan a la tarifa, implica de algún modo un proceso de descapitalización lenta, una suerte de agonía.

-Es agónico, te digo la verdad, es una agonía, porque lamentablemente toda la amortización y todo lo que hacemos prácticamente la hacemos con nuestro sacrificio, de prohibirnos comprar algo en nuestra vida privada, a nuestra familia. O de trabajar mucho más de lo recomendable. muchísimo más de lo que recomienda el médico. Y eso se hace, por supuesto, con un gran sentimiento hacia la actividad y todo, pero sabemos que también trae sus problemas de salud y todo. Por eso es hora de empezar a poner las cosas sobre la mesa y hablar clarito cuáles son las problemáticas. Hay que empezar a hablar del valor que tiene la tierra en la Argentina. No puede ser que a un productor que se digna a invertir y todo, con todas las dificultades que tiene, estemos poniéndole siempre palos en la rueda o mil cosas que nos pasan, el transporte, los caminos, no funciona nada.

-¿En este contexto se puede pensar en incrementar fuerte las cosechas?

Si a este país tuviéramos que reflotarlo y sumarle más toneladas en el año, no estaría funcionando nada, estaría todo estallado porque no hay logística, no hay infraestructura que lo soporte. Y déjame decirte que estamos preparados para hacerlo en cierta parte, porque también nuestro parque de maquinaria está mucho más viejo de lo que debería estar para obtener tantas las toneladas que quiere este gobierno producir en algún momento.

-¿Qué datos tenés sobre eso, sobre la antigüedad del parque de cosechadoras, de tractores?

-Nosotros calculamos, hablando con distintas fábricas, unos 15 años de antigüedad en el parque de maquinaria, que es muchísimo. Para lo que hoy es la tecnología, para lo que hoy es la eficiencia de las cosechadoras y todo, es mucho. Imagínate que un contratista de punta cada 5 años cambia su máquina. Hoy hay máquinas de 15 años. Y eso acarrea un montón de cosas. Que se rompa una cosechadora, que se rompa una sembradora, puede llegar a correr una ventana de siembra, y puede correr riesgo una cosecha en muchas hectáreas.

-O sea que no sincerar valores dentro de los costos y esta descapitalización lenta finalmente afecta la competitividad. Es entonces cada vez más difícil si vos querés crecer en volumen de cosecha y generar más dólares y exportar el doble, como dicen todos los políticos.

-Lo que pasa es exactamente eso. Tiene que ir de la mano el parque de la maquinaria agrícola para que eso suceda. No estamos preparados para fertilizar, para tirar 200 kilos de fósforo, porque nuestras sembradoras no tienen la doble línea de fertilización, porque nunca hemos comprado sembradoras como hay en Brasil, como hay en Paraguay o en otros países que lo tienen. Es una picardía.

Fuente: bichosdecampo.com

También puede interesarte

X
¡Hola! Elegí el departamento con el cual querés comunicarte.